Expressa’t: Volien enterrar-nos però no sabien que som llavor
Ha sido trágico, sí. Porque al dolor que nos ha causado a todas las personas con un mínimo de sensibilidad el cruel atentado de Barcelona y Cambrils, se ha unido la indigencia intelectual y moral de algunos que anteponen intereses políticos al dolor humano. Ha sido trágico, sí, porque hemos podido comprobar que hay gente que es capaz de utilizar una desgracia para sus propios fines, y ha sido trágico, sí, porque en momentos duros y difíciles es donde se evidencia la altura moral de las personas, sea cual sea el trabajo que realicen, incluyendo la política.
Se ha escrito mucho sobre los atentados ocurridos, y se escribirá mucho más. “Las palabras nunca alcanzan cuando lo que hay que decir desborda el alma” dijo el escritor Julio Cortázar. Pero el pasado sábado, en la manifestación de Barcelona, hubo una mezcla de sentimientos encontrados; dolor, indignación, pena, tristeza, emoción, agradecimiento… Allí, casualmente, y entre el gentío encontré una concejal del PSC de nuestro Ayuntamiento y me alegré, al comprender que nos unía un mismo fin. Pero también pude ver como ante la indigencia intelectual de unos pocos orquestados que, mediante gritos fuera de tono y de lugar otros que llevaban signos visibles independentistas murmuraban que “avui no toca”, e incluso quienes llevando esteladas ni las desplegaron, contraviniendo así la actitud de sus afines. Lo más terrible es la indigencia moral de quienes utilizan su posición política e institucional para permitir e incluso ordenar que se pervierta el dolor en favor de sus intereses políticos, porque demuestran su baja talla moral y en consecuencia su incapacidad de llevar a buen puerto el gobierno ni de una ciudad, y mucho menos de una Comunidad como Cataluña.
No. Me niego a creer que en nuestra Cataluña, en nuestra querida Barcelona predominen aquellos que aprueban la gestión que se hizo de la manifestación del pasado sábado. No. Lo que yo vi, y con lo que yo me quedo es con el sentir de la gran mayoría, de la gran parte de catalanes solidarios y de todos aquellos españoles venidos de fuera de Cataluña a apoyarnos, de musulmanes, de policías, de mossos d’esquadra, de bomberos, de personal de Emergencias, de ciudadanos anónimos de otros países y del Rey, que estuvimos en la manifestación con el único objetivo de demostrar unidos al mundo que España es un país digno, valiente y demócrata frente a la barbarie y que el terrorismo no nos hurtará nuestra libertad.
No quiero finalizar este escrito sin mostrar el agradecimiento a unos mossos d’esquadra que supieron estar en todo momento, incluso en la manifestación, a la altura de las circunstancias, de una guardia urbana de Barcelona magnífica, de una policía nacional y guardia civil profesional y respetable, de un servicio de Emergencias extraordinario, de unos bomberos estupendos, de médicos forenses, psicólogos, ayudantes y personal judicial implicado y de voluntarios catalanes que supieron dar lo mejor de si mismos en momentos cruciales.
Las Ramblas están de duelo, sí, pero ante la grandeza de un país como el nuestro estoy convencida de que se recuperaran, y ese será nuestro triunfo frente a los terroristas; porque ellos querian enterrarnos pero no sabían que somos semilla
Maria F. Valle (cerdanyolenca i Diputada de Cs en Parlament)
