Expressa’t: Por la recuperación del poder adquisitivo de las pensiones
En los últimos años la crisis ha brindado a los gobiernos de turno una gran oportunidad de poder justificar que nos metan la mano en la cartera, primero al PSOE retrasando hasta los 67 la edad de jubilación y luego al PP que nada más llegar al Gobierno de forma unilateral rompió con la práctica de acordar en el seno del Pacto de Toledo las medidas a adoptar, reunieron a un grupo de expertos nada independientes pero si con muy claros intereses de parte que dictaminaron que las pensiones eran insostenibles, que los viejos vivimos demasiado y no nos morimos al dejar de ser productivos.
La reforma ha provocado una gran pérdida de nuestro poder adquisitivo, al dejar de estar ligadas al IPC y depender del Factor de revalorización que se calcula teniendo en cuenta los ingresos del sistema, el número de pensionistas y la evolución de las pensiones medias.
Pero será peor a partir del 2019 en que para el cálculo de la pensión además de la edad, los años y la cuantía cotizadas se tendrá en cuenta la esperanza de vida en dicho momento la pensión resultante se reduce.
No solo se han recortado las expectativas de las pensiones venideras, sino que además por primera vez lo ha hecho con las actuales, en ningún momento han contemplado incrementar los ingresos de la Seguridad Social, consecuentemente carga sobre nuestras espaldas el esfuerzo y sacrificio de equilibrar sus cuentas.
De contrario reducen los ingresos al disminuir las cotizaciones no solo por el efecto demoledor de la pérdida de empleo consecuencia de las reformas laborales, también por las bonificaciones al empleo y por la sensible rebaja de las cotizaciones empresariales, logicamente los presupuestos de la S.S han entrado en deficit y se ha tenido que acudir al ya casi extinto Fondo de Reserva.
Al estar la inflación estabilizada aun no se ha notado mucho pero cuando los precios aumenten a ritmos constantes iremos acumulando las perdidas y de media representará un 15% sobre lo que hubiéramos cobrado sin la reforma, conclusión a medida que vayamos envejeciendo iremos empobreciendo.
En esta estafa en que los pobres financiamos a los ricos, la familia está siendo la principal red de protección social, desgraciadamente no son pocos los hogares en los que la pensión se ha convertido en la principal incluso la única fuente de ingresos, por eso la evolución de las mismas importay mucho, pero es que además es un derecho adquirido por los trabajadores que no debemos consentir que se pierda y solo la resistencia social podrá impedirlo.
Sabemos que el conjunto del gasto social es el objetivo prioritario de la Troika y la bajada de pensiones una de sus principales exigencias y en eso conviene centrarse, no queda otra que los pensionistas pasemos a la defensa activa de un derecho que nadie nos regaló y en ese sentido sería preciso y necesario que los jubilados nos agrupemos para debatir y organizarnos para hacer valer nuestros derechos porque:
“Si luchamos podemos perder pero si no lo hacemos ya estamos perdidos”
I. Barquín