Porqué es imposible pagar la deuda. Una crónica del principio del fin del capitalismo.
Introducción:
Este texto es una reflexión que pretende alejarse de la visión estrictamente económica y monetarista de la actual crisis tratando de verla desde una panorámica multidisciplinar situando el suceso histórico que estamos viviendo en la que creo que es su justa medida: una crisis política, económica, social en todos los ámbitos que implica un cambio de paradigma total en sus aspectos socioeconómicos, legales, políticos y culturales. Algo, por lo tanto, no visto ni vivido en los últimos doscientos años y que, por ello mismo, creo que no es abordable desde una visión meramente económica aunque esta sea su principal manifestación. Cuando se superó el crack del veintinueve ya dijo Keynes una de sus frases más famosas: “A largo plazo todos muertos” y tenía razón puesto que él ya se ha muerto pero nosotros estamos vivos ahora y a nosotros nos corresponde gestionar como podamos la salida de esta crisis. En este trabajo se pretende mostrar, a grandes rasgos, los motivos por los cuales la deuda existente en el mundo, a nivel global, es impagable entrando en los motivos que lo impiden especialmente en el que afecta a la creciente dificultad de obtención de recursos naturales con que hacer posible el crecimiento económico. Pretendo así mismo llamar la atención sobre el hecho de que seguir pagando la deuda dificulta la pervivencia de la democracia como sistema. Se incluyen algunos ejemplos históricos de sucesos parecidos. Aun así creo necesario advertir que no existe ningún ejemplo en la historia que tenga la magnitud mundial del que vivimos en estos días. Como este trabajo no tiene pretensiones académicas el estilo de su redacción intenta ser llano e, incluso, con buen humor.
1. ¿Por qué hay deuda?
El Ayuntamiento de Cerdanyola, la Generalitat de Catalunya, Grecia, el Banco Comercial de Cuenca, Idustrias Benito S.A. y el vecino del quinto tienen todos el mismo problema: están muy endeudados. Además alguno ya se endeuda para pagar la deuda, a eso le llaman ‘refinanciación’ antes se llamaba usura y estaba relativamente perseguido. El total de la deuda existente es impagable y por dicho motivo yo defiendo la idea de que el poder político, aquí y donde sea, de un paso al frente y sea el primero en decir que no paga más. El poder político, al menos en teoría, está para liderar y ahora toca hacer eso. Otra cosa es que quizás el poder político ahora no lo tienen los que se supone que lo tienen, pero eso sería muy gordo porque entonces ya no existiría la democracia, no?
La otra solución es imprimir billetes y pagar, pero eso no puede hacerse porque no podemos imprimir moneda, es una facultad que a día de hoy no tenemos. No porque la tenga en BCE, eso es falso, el BCE tampoco puede porque sus estatutos no se lo permiten, cuando se hicieron dichos estatutos alguien (seguro que sin mala intención) se olvidó de darle esa competencia. Imprimir dinero viene a ser una forma de no pagar porque se devalúa la moneda y con ella la deuda, eso hace que mucha gente pierda dinero. Si no se paga la deuda el sector financiero quiebra, al menos la mayor parte y mucha gente pierde sus depósitos. Siempre alguien va a salir perdiendo. Pero esto no es así porque yo tenga muy mala idea y quiera arruinar a nadie, ni tampoco porque un conspirador malvado capitalista quiera dominar el mundo. Esto es así porque el sistema financiero en el capitalismo funciona así y no puede funcionar de otra manera. Cuando existe una determinada cantidad de dinero y se contraen deudas con un determinado interés si no se emite más moneda es obvio que la deuda no es posible pagarla puesto que la cantidad de dinero inicial es fija, no hay más, no pueden pagarse los intereses. Por tanto hay que crear dinero, o bien crear más deuda que refinancie la anterior, esto es lo que se ha venido haciendo.
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Jorge Haro.