La Comisión Europea exige explicaciones sobre el vertedero tóxico de Cerdanyola
La Comisión Europea (CE) quiere saber qué es lo que está ocurriendo en el vertedero de Can Planes de Cerdanyola del Vallès y si se han adoptado las medidas adecuadas para evitar la contaminación de las aguas subterráneas y controlar la emisión de gases y lixiviados, un líquido muy contaminante que supura de los residuos tóxicos. El área de Medio Ambiente de la CE también exige saber “los planes de emergencia que entran en acción” cuando se superan los niveles de contaminación marcados por ley, según el escrito remitido por la CE el pasado marzo.
Las Administraciones competentes son la Agencia Catalana de Residuos (dependiente de la Generalitat), el Ayuntamiento de Cerdanyola y la Entidad Metropolitana del Medio Ambiente, que deben responder antes del 8 de junio. Desde el Consorcio del Centro Direccional (formado por las tres Administraciones) aseguran que “están trabajando” para responder la carta. El Consistorio afirma que la mayoría de las competencias “son de la Generalitat y el Área Metropolitana”.
La Comisión Europea ha enviado esta petición a raíz de la queja presentada por el eurodiputado del PP Santi Fisas que hace un par de meses visitó el vertedero. Fue invitado por la Plataforma Cerdanyola sense Abocadors y participó en lo que irónicamente la entidad llama un toxic tour, por la media docena de vertederos del municipio.
Can Planes es un vertedero de 18 hectáreas de superficie, ubicado en el Centro Direccional, una gran área que incluye viviendas, zona verde y un parque científico, donde ya se levanta el Sincrotón Alba. El depósito contiene 2,5 millones de metros cúbicos de tierra contaminada por residuos de los que 330.000 metros cúbicos son peligrosos (sales de aluminio, cadmio, cromo, hidrocarburos…) acumulados entre las décadas de 1970 y 1990. Un informe de 2008 de la consultora IDOM alertó de la peligrosidad del vertedero y desaconsejaba construir en su perímetro. El Ayuntamiento proyectó 4.000 viviendas justo al lado.El informe IDOM también planteaba como solución ideal vaciar el depósito; esto cuesta casi 200 millones de euros, cifra inasumible para las Administraciones, que se decantaban por la opción barata (de 34 millones) de sellar el vertedero con un muro de hormigón y convertirlo en un parque. A raíz de unas informaciones publicadas por EL PAÍS que revelaban la peligrosidad de los residuos de Can Planes, el Consistorio prefirió ceder y pedir una segunda opinión.
Tarde o temprano, el futuro del vertedero debía llegar a manos del comisario de Medio Ambiente de la Unión Europea, Janez Potocnik, ya que tanto el Parlament como el Ayuntamiento de Cerdanyola aprobaron en abril y enero, respectivamente, pedir a Europa que se pronunciara. Después de cinco meses, el Consistorio ha enviado la petición.
Pero el embrollo de Can Planes no se acaba con la intervención de Europa. La Plataforma Cerdanyola sense Abocadors ha presentado un escrito ante la Fiscalía Anticorrupción de Madrid para que investigue presuntas irregularidades por parte del Ayuntamiento de Cerdanyola a la hora de aprobar el Plan Parcial del Centro Direccional.
La Plataforma denuncia que en 2005 se aprobara el planeamiento urbanístico del Centro Direccional, “donde se proyecta edificar viviendas y equipamientos dentro del perímetro del vertedero”, teniendo en cuenta que estudios anteriores habían puesto en evidencia que los residuos del vertedero eran peligrosos y desaconsejaban construir encima del depósito.