Si queremos algo diferente atrevámonos a votar lo diferente

Varios de los candidatos que se presentan a la alcaldía de Cerdanyola se reclaman de izquierdas pero la realidad es que según mi criterio solo uno de ellos lo es con nitidez, Carlos Escolá.

Lo conozco desde hace años, honestidad, trabajo, perseverancia a mi manera de ver son algunas de sus cualidades, pero ante todo es un tipo coherente y lo es porque todo lo que hace está directamente relacionado con lo que dice como bien demostró en su día primero cuando por no estar de acuerdo en que la coalición ICV-EUiA pactara con CIU para formar gobierno local no aceptó la regiduría de Juventud que se le ofrecía y la consiguiente remuneración, manteniéndose como concejal sin responsabilidad directa y cuando a los dos años entendió que su trabajo no resultaba útil en un país en el que nadie dimite sencillamente renunció a su acta de concejal para seguir defendiendo con toda libertad desde la calle aquello en lo que cree.

Es sabido que no milito en el Compromís y no comparto la totalidad de lo que postulan pero pienso que en lo local hay que votar personas y ese es el motivo de mi apoyo a Carlos y con más motivo aun si su programa apuesta por la participación real de los ciudadanos, la reducción drástica del gasto en cargos de confianza y estructura política, la recuperación de las concesiones administrativas para que sean ejecutadas desde las empresas municipales con lo que se puede reducir costos y fomentar el empleo local, tiene una posición clara en cuanto a la Plana del Castell, Vía Verde y Túnel de Horta y especialmente en lo tocante a las políticas públicas y sociales siendo en este aspecto consciente de las escasas competencias que desde los municipios existen en Juventud, Educación, Gent Gran y Sanidad pero que al mismo tiempo nada impide una defensa muy clara y exigente de los derechos e intereses de las capas populares.

El próximo día 22 tenemos en nuestras manos continuar votando resignadamente lo de siempre o “botarlos” del tirón apostando por un programa diferente y diferenciado, en beneficio de las personas y no de intereses partidistas y económicos que ya ni nos defienden ni convienen.

¡Si queremos algo diferente atrevámonos a votar lo diferente!

Ignacio Barquín.

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