Crónica de una ruptura anunciada: ICV y EUiA

Que la coalición entre ICV y EUiA se constituía en el 2002 sin ninguna base sólida es cosa que todos los que estábamos en uno de aquellos partidos entonces veíamos claramente. Fue un matrimonio de interés en el que lo único que importaba era el reparto de cargos institucionales entre las cúpulas. Los que hemos defendido un proceso de confluencia y reunificación de la izquierda en Cataluña, desde uno u otro lado, nos vimos llevados a aquello que resultaba entonces un mal menor y una condición imprescindible para la victoria de la izquierda plural y la derrota de CIU. Dos tripartitos después la estrategia se da por concluida y, como en la confluencia de las bases izquierdistas y ecologistas en Cataluña ni un partido ni otro han hecho nada más que purgarse de militancia, empieza a resquebrajarse el cemento institucional que mantenía la fachada.

Ambas organizaciones, en sus principios y modos de funcionamiento nada tienen que ver, no se entienden ni se soportan y sus dirigentes no pueden ni verse, dígase lo que se quiera al respecto. ICV es un partido exclusivamente catalán, con vocación de gobierno y de lucha institucional, un partido de cuadros y no de militancia. EUiA era una coalición de partidos e independientes, de movilización, con un proyecto federalista español, de oposición y de militancia activa.

Algo tienen que quererse los novios que llevan años yendo y viniendo a vivir juntos o separados según toque, pero donde no hay harina todo es mohína y parece que aquí la harina tripartita comienza a escasear.

¡Ojo! Que esto no es de hoy… Junio de 2009, pasadas las elecciones europeas el diputado de ICV se integra en un grupo distinto al de IU, estos denuncian que dicha decisión viola el pacto electoral firmado por el que IU le ha dado el segundo puesto a ICV en la lista y, por tanto, un diputado. El tema queda aparcado porque IU está metida en el proceso de la IX Asamblea Federal, en noviembre de 2009. Contrariamente a lo esperado en dicha asamblea el grupo liderado por Nuet y el PCC no se va a inclinar hacia el sector Llamazares y los amigos de ICV sino que acaba pactando la designación de Cayo Lara con el PCE. Aquí empieza el baile.

En Enero de 2010 tiene lugar en Barcelona un encuentro entre todos los partidos verdes de España con vistas a crear una candidatura unitaria de cara a las próximas convocatorias electorales. Esta reunión está auspiciada por el grupo verde del Parlamento Europeo cuyos dirigentes acuden a ella, pero no solos. Por su propia cuenta invitan a ICV, que está fuera de las dos organizaciones de los verdes en España, Mesa de Unidad y Confederación y que no había sido invitada. Encabeza la delegación el propio Herrera (aun no candidato) y le acompaña Raül Romeva, eurodiputado además de algún otro dirigente y varios jóvenes (alguno de Cerdanyola por cierto). Allí, ante representantes de toda España Herrera se compromete a participar del proceso de creación de el partido verde en España, dando por finalizada la etapa con IU, que ha sido una estrategia superada por los tiempos. Lógicamente de todo esto se entera quien se tiene que enterar.

Comienza entonces una sucesión aún no acabada de escisiones de IU, los casos más evidentes son Euskadi, Baleares y Valencia, pero va a haber más. El procedimiento siempre es el mismo, los llamazaristas protagonizan la escisión, crean un partido y pasan a fusionarse con el partido verde del territorio más cercano a ICV que apadrina la operación enviando algún representante autorizado, normalmente a Romeva. Aun cuando todo el mundo sospechaba que EUiA participaría de esta estrategia la realidad es bien distinta, los dirigentes no están por la labor de dejarse absorber por ICV.

No obstante EUiA no desea romper por dos motivos: mantener uno o dos diputados, más lo concejales que toque en el ciclo de elecciones autonómicas y locales, el otro es histórico ¿Por qué siempre les toca romper a ellos? Que lo haga ICV. Un ejemplo ilustrativo es el debate sobre la votación del ‘tijeretazo’ en el Parlament, en la dirección de ICV se debatió varias horas arriesgarse a votar en contra y romper el tripartit a meses de las elecciones. En EUiA, en cambio, el tema se ventiló en media hora: Lo que digan los socios (haciendo las cosas así siempre parece que la culpa la tiene otro).

Se fían tanto unos de otros que los acuerdos electorales para las elecciones de este noviembre estaban firmados ante notario. En dichos acuerdos se estipula que a EUiA le corresponden: el portavoz adjunto, un puesto en la mesa y el senador de designación autonómica. Se produce el resultado electoral con 8 diputados para ICV y 2 para EUiA. Primero se pierde la presencia en la mesa y el portavoz adjunto, el día 16 se publica que los dirigentes de ICV han comunicado a sus socios que el senador de designación autonómica va a ser para Joan Saura y que “no hay marcha atrás”. Esta vez hay una novedad importante, el asunto se filtra, y a través de una web cercana a EUiA. Los medios de comunicación se hacen eco de que EUiA está dispuesta esta vez a romper. La jugada de ICV es forzar la ruptura antes de las municipales y ello por dos motivos: en primer lugar que sean “los comunistas sectarios” los que rompan como siempre, en segundo lugar evitar que después de las elecciones se lleven un buen puñado de concejales en la escisión. En cosa de semanas empieza (si no ha empezado ya) la negociación de las listas locales. Lo más probable es que en la mayoría de municipios el acuerdo se mantenga hasta mayo, luego viene el proceso hasta las elecciones generales en el que habrá listas separadas de ambas organizaciones, en gran medida porque las encuestas auguran una inesperada resurrección de IU (pasando de los 10 diputados) que le permitirá formar grupo parlamentario sin necesidad de ICV y, todavía más importante, se ha abierto la puerta a un pacto de IU con Los Verdes… Sin ICV. A todo esto, algunos ecologistas de izquierdas seguimos creyendo que en Cataluña necesitamos un proceso de confluencia y reunificación, pero un proceso al margen de estos dirigentes. En alguna medida, en Cerdanyola, el Compromís procura, modestamente, hacer algo parecido a eso. Eso sí, cuando se acerque mayo y las elecciones municipales estos nos va a acusar a nosotros de dividir la izquierda, ya lo verán.

Jorge Haro.

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