La historia no está tan lejos

El 11 de noviembre de 1918 el Imperio Alemán firma el armisticio porque su economía estaba en las últimas. Francia y Gran Bretaña podían seguir financiando la guerra gracias a los préstamos que pidieron a Estados Unidos (que luego con Versalles acabaría pagando Alemania). Así termina la Gran Guerra: Alemania se rindió por occidente, pero por oriente es la vencedora con los tratados de Brest-Litovsk con una Rusia dominada por los bolcheviques.

El jefe militar alemán, Hindenburg, echa la culpa del armisticio (nunca derrota) a la izquierda republicana alemana que es la contraria a la guerra. Es decir, el ejército y el Imperio mantienen intacto el prestigio. Según ellos la Revolución había dado una puñalada por la espalda.

Esa izquierda estaba formada por el SPD, el partido social-demócrata. Un partido reformista, modelo de los partidos socialistas europeos del momento, y con un proyecto revolucionario a largo plazo.

En plena guerra el SPD tiene una escisión y surge el USPD. Quieren la paz a toda costa. El sector radical del USPD era la Liga Espartaco, dirigida por Liebknecht y Luxemburg, y estos plantean que tras la derrota de Alemania la respuesta es la revolución inmediata.

LA REVOLUCIÓN

En noviembre de 1918 la conocida insurrección de los marineros en Kiel provoca la revolución que se extiende a todas las ciudades. La oleada revolucionaria es encabezada por el SPD, el USPD y obreros independientes. Esta revolución trae la República y la Paz.

La diferencia con Rusia es que el gobierno provisional después de la caída del Zar mantiene la guerra, y la consigna de la paz es la que diferencia a los bolcheviques de la izquierda social-demócrata (mencheviques). Sin embargo, allí la clase media era minoritaria mientras en Alemania era numerosa.

En Alemania la paz la hace el SPD y concretamente Ebert. Forman gobierno el SPD y el USPD, prácticamente a partes iguales. Pero lo importantes es cuando en las elecciones a los consejos obreros el partido social-demócrata (SPD) obtiene una amplia mayoría. Es decir, el PODER DE LA BASE es de mayoría reformista y esto llevaría a que el SPD estuviera al frente de una Revolución Democrática.

En enero de 1919 el USPD abandona el gobierno, el único espacio de poder que, aunque institucional, tenía el USPD. ¿Un giro erróneo? El recién formado KPD (comunistas) al frente del cual estaba Rosa Luxemburg se posicionaba en contra de abandonar el gobierno… Quizá mejor que los hubieran echado que no haberse ido por propia iniciativa, pero el caso es que el USPD quería empezar una batalla contra el SPD, cosa que la mayoría de las clases populares entendieron como un ataque a la propia izquierda (la del SPD) no contra la burguesía.

La revolución debía ser inminente, y a pesar de estar en minoría en todos los frentes, ese mismo enero de 1919 el KPD, algunos sectores del USPD, y otros movimientos se lanzan a la calle de importantes ciudades alemanas. El objetivo era la Alemania Socialista. La represión después del fracaso es dura. Liebknecht asesinado por la espalda y Luxemburg apaleada, y encontrada muerta en mayo del mismo año.

La derrota de los comunistas es política, pues no tenían a la mayoría de los obreros. A partir de ahí la relación entre el SPD y el KPD quedó herida de gravedad y el SPD se fue escorando hacia su derecha dada la imposibilidad de pactar con los comunistas. La revolución fue democrática.

90 años después

Quizá la suerte de Alemania ya estaba echada, pero quién sabe si el NSDAP, el partido nacionalsocialista, hubiera ganado las elecciones en 1933 si las cosas se hubieran hecho de manera distinta. Quién sabe…

Ahora bien, la revolución socialista frustrada en Alemania puede, con todas las salvedades que son muchas, equipararse al fracaso electoral de las fuerzas de izquierdas a la izquierda del PSOE (SPD).

La historia nos demuestra que sin el poder de la calle, la gente, no eres nada. Volvamos a la calle, a los movimientos sociales que nunca se tenían que haber perdido, a conquistar el PODER DE LAS BASES del siglo XXI, y luego hablamos.

La Rosa roja ahora también ha desaparecido.
Dónde se encuentra es desconocido.
Porque ella a los pobres la verdad ha dicho.
Los ricos del mundo la han extinguido.

Bertold Brecht

Sergio Rodríguez

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