Expressa’t: Suma y sigue

· A finales de noviembre, me dirigí al Ayuntamiento de Cerdanyola vía los medios de comunicación. De esta forma pretendía poner en conocimiento de las autoridades municipales el estado lamentable en el que se encontraba el parque de la Riera. Desde entonces, nada ha cambiado. Y esta constatación me permite afirmar que cuando las tildé de “sordas, ciegas y mudas” no lo hice metafóricamente.

· Hoy quiero seguir siendo “los oídos, los ojos y la boca” del staff municipal. Y voy a poner el dedo en la llaga con un “suma y sigue”, relativo al abandono en que se encuentra también el barrio Canaletes. Voy a centrarme sólo en la parte del barrio, sito entre el parque de la Riera y la Av. Canaletes.

· Como el parque de la Riera, esta parte del barrio está dejado de la mano de Dios y, por eso, la degradación del mismo ha ido dejando un rastro tangible e interminable. Por un lado, la valla que separa el parque de la Riera de la calle Collserola hace tiempo que pasó a mejor vida; si en su día se instaló, sería porque era necesaria y funcional. Además, hay decenas de farolas, cuyos globos de cristal han desaparecido y no han sido repuestos; y también hay decenas cuyas bombillas están fundidas. Por otro lado, decenas de árboles han sido eliminados y, en su lugar, crece una frondosa maleza. En varias calles (La Gatosa, Boix, Pedrera, etc.), había árboles en los dos lados de las mismas, pero ¿por qué han sido arrancados los de un lado y se ha echado hormigón? Además, ¿por qué, en la calle del Boix, se han plantado unos pilones metálicos y no en las calles paralelas (La Gatosa y la Pedrera)? Sin ánimo de ser exhaustivo, debo añadir que, en numerosos tramos de las calles de esta parte del barrio, las aceras son impracticables y son un auténtico peligro tanto para los viandantes con dificultades de locomoción como para los invidentes.

· Ante estos datos, verificables in situ, uno queda anonadado ante la pasividad de las autoridades municipales y uno se pregunta cómo explicar este comportamiento. Por un lado, tengo la impresión cierta de que los gestores de la “res pública” municipal han ejecutado infraestructuras sin prever que, en el futuro, eran necesarias labores de mantenimiento que implican un coste económico. Además, creo que han hecho dejación de funciones. En efecto, en vez de ocuparse y preocuparse de la gestión municipal y de resolver los problemas de los vecinos, las autoridades municipales están dedicando su tiempo y energías a otros menesteres, propios de la casta política partidista: lucha por la “libertad de los políticos presos”, viajes a Bruselas o reuniones varias, etc. para apoyar el “procès” y a aquellos que se han pasado la legalidad vigente por el arco de triunfo y se han echado al monte. Estas actividades/ocupaciones son los árboles que no les dejan ver el bosque (la degradación de los espacios públicos, que son el ecosistema vital de los vecinos de Cerdanyola). ¡Para esto no les votamos en su día!

Manuel I. Cabezas González

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