La gestión del sobre-envejecimiento: ¿Quién cuida de nuestros mayores en Cerdanyola?

La población catalana en su conjunto está envejeciendo en términos sociodemográficos, no es sorpresa, pero es una dinámica de la que Cerdanyola del Vallès no escapa. Esto implica que de manera progresiva cada Padrón Municipal anual nos deja un porcentaje de población mayor de 65 años superior al anterior. Veamos.

moute-sobreenvejecimientoPoblación mayor de 65 años en Cerdanyola del Vallès:

  • 2016: 17,24%
  • 2015: 16,66%
  • 2014: 16,03%
  • 2013: 15,25%
  • 2012: 14,58%
  • 2011: 14,05%
  • 2010: 13,34%

Fuente: Idescat.

Esta dinámica implica que nuestra ciudad cada vez tiene más personas potencialmente dependientes, dependencia que se acentúa cuando hablamos de la franja demográfica de personas “sobre-envejecidas” (mayores de 84 años), de las cuales es de esperar que, con mayor frecuencia que los más jóvenes de su propio colectivo, necesiten nuestra ayuda en el desarrollo de la vida cotidiana. En el año 2016, Cerdanyola cuenta ya con 1155 personas de 85 años o más, el 11,64% de todo el colectivo mayor de 65. ¿Está la ciudad preparada para dar soporte a este segmento poblacional? Veamos qué tal vamos de plazas en centros de días:

104 plazas en centros de día (Idescat) para, potencialmente, 1155 personas, suponen una cobertura del 9%. Comparemos esta cobertura con la de otras ciudades cercanas según la red de trabajo interurbano Perfil de la Ciutat, que analiza diversas ciudades medianas de la provincia. Veamos en concreto las que nos rodean cerca:

  • Cerdanyola del Vallès: 9%.
  • Barberà del Vallès: 12,58%
  • Sabadell: 10,04%
  • Terrassa: 6,72%
  • Rubí: 10,91%

Como vemos, sólo Terrassa cuenta con una ratio de cobertura menor que la nuestra, eso sin entrar a valorar el colectivo completo población envejecida, que nos daría una ratio bajísima (alrededor del 1%). No es un dato baladí, pues las plazas en centros de día suponen -o podrían suponer en el caso de haber suficientes- un recurso de soporte clave tanto para las personas dependientes, sean mayores de 85 años o no, como para las familias de estas, en especial si se hallan desestructuradas o en situación económica compleja. A esto hemos de añadirle la poca o nula modificación que se ha hecho de las barreras arquitectónicas que hay en la ciudad, para las personas con problemas de movilidad, parámetro que no sólo abarca a las personas mayores, sino a buena parte de aquellos individuos que padecen diversidad funcional.

Ante este escenario, reflexionemos sobre algunas preguntas y cómo dar soluciones.

-¿Por qué teniendo la ciudad en una clara dinámica de envejecimiento no hemos visto ni un sólo movimiento institucional notorio para dar respuesta a las posibles demandas del contexto?

-¿Existe acaso una reflexión sobre hacia dónde habría que orientar la ciudad en términos demográficos? La cara B del envejecimiento, es la fuga de gente joven; ¿se ha hecho una reflexión sobre cómo retenerlos? Es probable que nos toque hacerla a nosotros, los ciudadanos.

-¿Qué actores entran en juego, siendo que por oposición directa o por simple inacción, impiden que nada se mueva para abordar el tema? Pensemos en actores políticos, fundaciones, actores económicos (empresas, bancos…), etc. y sus intereses particulares para tratar de comprender por qué ante un escenario así no se actúa. Incluso pensemos en nosotros mismos (población de Cerdanyola) en tanto que actores críticos que deberíamos reclamar por mejorar nuestro pueblo.

Article de ¡Mou-te!

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