Cinema: Don Jon

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Don Jon es una comedia estadounidense que fue estrenada hace unos meses en nuestros cines. Impecablemente dirigida por Joseph Gordon Levitt, quien además la protagoniza acompañado de un gran reparto entre los que se cuentan nombres tales como Scarlett Johansson o Julianne Moore.

La historia gira en torno a Jon Martello (Joseph Gordon-Levitt), un joven adicto al sexo y, sobretodo, al porno. Martello tiene una concepción de la vida completamente material en la que todo tiene su espacio y lugar tal y como la sociedad lo concibe. Valora a las mujeres como a objetos, puntuándolas según su belleza física y tratando de acostarse cada día con una diferente.

Pero Martello tiene un problema: ni si quiera el sexo real puede satisfacerle tanto como el porno. Insatisfecho con su vida tratará de cambiar y en el camino aprenderá grandes lecciones acerca del amor de la mano de dos mujeres: Bárbara (Scarlett Johansson) y Esther (Jualianne Moore).

Como comedia es buena: sin llegar al absurdo logra robar sonrisas y algunas carcajadas a los espectadores mediante un ritmo ligero y ameno. Sin necesidad de utilizar recursos circenses, la película proporciona gran diversión gracias a un diálogo fluido e inteligente al que se suma la cotidianidad de las situaciones en las que se encuentran los personajes.

No es, en absoluto, una película espectacular en su puesta en escena pero hay algo que la convierte en una gran obra.
El mensaje: La película gira en torno a un concepto del amor muy arraigado y aceptado por nuestra sociedad y, a través de la comedia, muestra la cara oculta de éste. La superficialidad, la falsa sensación de felicidad, la imposición de limites y acuerdos en la pareja: todas estas son características de ese amor materialista en el que el protagonista no acaba de encontrar su lugar. Y toda esta muestra de realidad no es más que un argumento que sirve para llegar a una conclusión: Una nueva forma de ver y entender el amor. Un amor libre, sin tapujos, sin materialismo. Un amor en el que lo más importante, lo primordial, es la felicidad: sin planes de futuro, sin presiones ni prohibiciones. Estar con quien quieres estar sin la necesidad de especificar ni aclarar qué relación se está manteniendo. Solamente ser feliz.

Sinceramente, es una película muy digna de ver.

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