Recordando algunos incumplimientos ahora que vienen a pedir el voto

Hace un mes se ha publicado que la Generalitat admite que tiene complicaciones para licitar las obras de un equipamiento tan necesario como el Hospital Ernest Lluch, que no tiene fecha para ello ni para el comienzo de las obras.

Desde 2005 en que la Consellera comprometió su construcción señalando comienzo de las obras para 2006 y puesta en funcionamiento para 2009-2010 la situación no ha hecho mas que empeorar, ha superado cualquier límite y el panorama es ya insostenible, no hay espacio aquí para entrar en cifras pero estas son tremendamente elocuentes.

Con este panorama hace un año la Consellera M. Geli y Manuel Bustos alcalde de Sabadell inauguraban la Clínica del Vallès que a pesar de pertenecer al grupo asegurador “La Aliança” se presentó como la gran salvación del Taulí.

Pues bien días atras el Consejo de Administración del citado grupo Aliança ha vendido esa clínica a la multinacional sueca Capio, el precio: 1 euro, por ese dineral los suecos se harán con la sociedad que gestiona la clínica y que ademas según fuentes de la mutua, la recibirán con las cuentas saneadas.

Conviene recordar que la mutua fue intervenida por la Generalitat el 14 de marzo del 2002 bajo la acusación de doble facturación a la sanidad pública en la atención a mutualistas y que en Mayo del mismo año el Gobierno catalán se comprometió ante el Parlament de Catalunya a no venderla a ninguna empresa privada..

Por eso y por el profundo agujero financiero el gobierno convergente destituyó a los consejeros que tenían contratos blindados (podemos suponer quien pagó) y el Servei Catalá de Salut firmó un convenio de compra de servicios que aseguraba a la Alianza el 50% de su presupuesto.

Esto supone una escandalosa transferencia de dinero público al beneficio privado y que es contrario al interés de las clases populares, si sumamos los fondos transferidos a la Alianza con los que en su día lo fueron al Hospital General de Cataluña a buen seguro que serían suficientes para construir el Hospital.

Constantemente nos dicen que la Sanidad Pública es insostenible, no nos dicen que gastamos menos que la media de la UE, pero es que además de gastar poco gastamos mal podríamos gastar menos reduciendo conciertos y contratos con la sanidad privada, con unas cuentas claras y transparentes de como se gasta y a quien beneficia dicho gasto.

Para corregir la situación nos proponen un copago-repago que de facto será un nuevo impuesto a la enfermedad en un momento con casi 5 millones de parados y los que trabajan a duras penas pasan de los mil euros, por no hablar de las pensiones que de media no llegan a los 800.

La Sanidad Pública es una cosa demasiado seria para dejarla solo en manos de politicos y gestores, va llegando la hora de que tomemos la iniciativa y comenzemos una movilización para defenderla de tanto ataque.

En estos días nos visitarán, ya lo están haciendo, muchos politicos con responsabilidades de gobierno quizás conviniera poner en cuarentena sus promesas de futuro y recordarles y reclamarles las que comprometieron en su día.

Ignacio Barquín.

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