Otras deslocalizaciones

Sobre la apertura política hacia Cuba por parte de Obama se están haciendo muchas valoraciones y en mi opinión se está olvidando lo principal. Si analizamos las principales medidas que ha adoptado la nueva administración estadounidense respecto a Cuba repararemos en un dato evidente. En todas ellas el cambio substancial consiste en que el monto de dólares que puede remitirse a la isla desde los EE.UU. se ha aumentado: los familiares de cubanos pueden remitir dólares sin límite de cantidad siempre que el destinatario no sea miembro del Partido Comunista (esta es una cláusula para quedar bien porque no creo que el PCC remita a Washington su censo de afiliados) aquellos ciudadanos de la Unión que visiten Cuba podrán hacerlo más regularmente que hasta ahora y gastar más dólares diarios que hasta ahora.

Según algunos centros de estudio (como por ejemplo el LEAP: www.leap2020.eu )los EE.UU. se encaminan a una implosión económica especialmente caracterizada por el hundimiento del dólar. Todo ello debido a unas causas muy profundas que no es lugar éste para analizar. Ahora bien, resulta que el rol fundamental que cumple el dólar es ser la moneda de intercambio y refugio internacional por excelencia. Aunque algunos han tratado de revertir esta situación (Chávez y Ahmadinejad en el caso del petróleo por ejemplo) la situación hoy sigue siendo la misma. Esta situación permite que EE.UU. esté emitiendo moneda sin control desde el 2006 sin miedo a una devaluación, esta es la conclusión que se saca del hecho de que la Reserva Federal haya dejado de publicar las cantidades de moneda impresa al mes. Es por ello que cuando se habla de la divisa norteamericana no debemos olvidar que las mayores reservas de la misma están hoy en día en Rusia, en China y en la OPEP que atesoran estos papelitos sin saber muy bien que hacer con ellos, ya que las barreras comerciales suelen impedirles usarlos para otra cosa que no sea comprar deuda pública americana o bonos bancarios, o bonos basura… Todo eso está generando una inmensa burbuja de dólares y títulos enunciados en dólares tanto públicos como privados cuyo valor real es muy dudoso.

Debido a esta situación, si el hundimiento del dólar llega a producirse, las consecuencias las pagaremos entre todos, cosa totalmente justa porque al fin y al cabo EE.UU. no deja de ser una colonia europea que actúa de garante del capitalismo que es un invento europeo aplicado por la fuerza a escala mundial. Sabiendo que dos millones de cubanos residentes en EE.UU. son susceptibles de deslocalizar moneda americana hacia Cuba en cantidades difíciles de calcular pero, en todo caso, muy altas para el tamaño de Cuba, la generosidad de la administración Obama adquiere un matiz un poco más maquiavélico. En el caso de que la frágil economía cubana se viera, por esta invasión de divisas norteamericanas, dolarizada en la práctica (como ya lo están otras economías sudamericanas) los resultados de una brusca caída del valor de dicha moneda podrían ser para ella desastrosos. Dicho desastre podría ser aun más grave si los EE.UU. tomaran entonces la decisión de limitar la convertibilidad de las reservas de dólares viejos a un hipotético dólar nuevo en función de las simpatías políticas o intereses diversos que le despierte cada país. Esta sería para la política estadounidense una formidable arma de presión y, salvo Rusia y tal vez China no parece que nadie esté en condiciones de defenderse de ella.

Jorge Haro.

Comparteix: